Entrevista. Álvaro Lizama Molina: “Nos pagan para resolver problemas”.

El CTO de Resuelve tu Deuda conversa con GlobalTask sobre fintech y la importancia de construir una cultura cross entre tecnología y negocio.

Alvaro Lizama Molina es CTO de Resuelve tu Deuda, fintech mexicana de crecimiento marcado y sostenido en los últimos años en LATAM. Conversamos con Álvaro sobre estrategia tecnológica, producto, cultura y la importancia de armar buenos equipos.

¿Cómo ha sido el crecimiento de Resuelve tu Deuda los últimos años y qué cosas han ido cambiando en la organización y en la operación?

Hoy Resuelve tu Deuda es una empresa con presencia en seis países. Primero abrimos en México, después Colombia, España, Portugal, Italia y Brasil. El ritmo ha sido más o menos desembarcar en un nuevo país cada año. El tamaño y la complejidad de la operación es enorme. Cuando yo entré en el 2017 éramos 900. Hoy somos en total cerca de 1500 personas. El equipo de ingeniería también se duplicó.

Jordi Adame, el CTO que me precedió y que me trajo a la compañía, fue quien empezó a replantear las claves de la estrategia tecnológica, proponiendo un giro hacia fintech. Empezamos a armar nuestro propio tooling tecnológico, con integraciones entre CRMs operativos, CRMs comerciales, canales de comunicación, etc. Antes iba todo por SalesForce, pero era imposible customizarlo para adaptarlo a nuestros flujos y nuestro negocio.

“Lo que hemos venido desarrollando es un core de productos de reparación de deuda, de crédito, de captación bancaria, de inversión. Pero también tecnología para mejorar nuestra operación y nuestros servicios.”

Lo que hemos venido desarrollando es un core de productos de reparación de deuda, de crédito, de captación bancaria, de inversión (para algunos países). Pero también tecnología para mejorar nuestra operación y nuestros servicios. Por ejemplo, un servicio de KYC. Queríamos comprarlo a un tercero, pero no nos daban la seguridad de que el ente regulador lo fuera a aprobar. Entonces decidimos construirlo nosotros mismos.

Lo tenemos tan modularizado que el día de mañana podríamos venderlo como APIs a terceros, junto cono otros productos, en un modelo de BaaS. Por ahora es para nuestro uso, que somos el cliente más exigente. Lo que tenemos en producción ahora lo venimos construyendo desde el 2017. Podríamos decir que ya tenemos código legacy ahí.

Estamos en un proceso de refactorización para tener ese set de APIs como producto. Una vez que tengamos eso va a ser muy fácil abrir estos productos al mercado. Ahora estamos enfocados en nuestro modelo B2C.

Es un buen ejemplo de cómo un CTO que tiene una silla en la mesa puede mostrarle al board una oportunidad. ¿Cómo funciona esto en la cultura de Resuelve tu Deuda?

Hasta hace dos años no teníamos área de producto. El director de Marketing trajo esta filosofía de producto enfocada en los clientes. Empezamos a colaborar mucho y a darle la forma que tiene actualmente. Una área de producto robusta y una sinergia constante entre tecnología y negocio que va permeando en toda la compañía. La clave es resolver problemas para el usuario.

Hay gente que no sabe resolver problemas. Sabe programar, pero no puede entender cómo resolver un problema, o cómo construir un sistema. Ni a mí ni a los ingenieros de software nos pagan para escribir líneas de código. Nos pagan para resolver problemas. Siempre lo he dicho: a un desarrollador que entiende el negocio y sabe resolver problemas le va a llover trabajo.

“Hay gente que sabe programar, pero no sabe resolver problemas o construir un sistema. Siempre lo he dicho, a un desarrollador que entiende el negocio y sabe resolver problemas le va a llover trabajo.”

Hay que entender que desarrollar es un medio, no un fin. Yo por ejemplo hace dos años que no escribo una línea de código en proyectos core. Hoy tengo un equipo de 80 personas que se encarga de eso. Si me pongo a hacerlo yo mismo sería más un lastre que otra cosa. Pero incluso cuando entré y trabajaba como programador, el punto siempre es resolver problemas.

Hacés énfasis en la diferencia entre programar y resolver problemas ¿Cómo generaste esa cualidad diferencial y cómo se refleja a nivel organizacional?

Una de las razones por las que decidí ser programador fue por la película Hackers (1995). Sin que yo le diga nada, mi madre me anotó en una clase de programación a las dos semanas. Pero mucho de esa cultura hacker, de encontrarle la vuelta al sistema, de entenderlo de punta a punta, para ver sus puntos fuertes y débiles, está en la base de lo que hace a un buen ingeniero de software.

“Me gusta buscar una solución aunque tengamos que darle la vuelta completa a las cosas. Esto también tiene sentido en la problemática regulatorio. Hay mucho courtroom drama en hacer productos financieros y fintech”

Me gusta mucho buscar una solución aunque tengamos que darle la vuelta completa a las cosas. Esto también tiene sentido en la problemática regulatoria. Hay mucho courtroom drama en hacer productos financieros y fintech.

Cuando programaba buscaba solucionar los problemas escribiendo código. Ahora estoy en un plano de mayor abstracción. Busco hacerlo con la ayuda de personas que programan. Tenemos un equipo verdaderamente extraordinario. Me emociona mucho trabajar con semejantes personas.

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